Los estados de Australia e India comparten una historia particularmente similar. Los territorios que actualmente comprenden a ambos países contaron con una etapa histórica premoderna hasta el establecimiento del colonialismo británico en el siglo XVII.
Sin embargo, pesa a que la sociedad hindú era infinitamente más próspera que que la civilización aborigen australiana, hoy en día la renta media en Australia es casi diez veces mayor que la de India.
Es evidente que en algún momento las instituciones que gobernaban ambos países tomaron caminos drásticamente diferentes que determinaron su prosperidad para el futuro; una coyuntura crítica que sigue dominando sus sociedades hoy en día.
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Tapiz indígena (Australia) |
Hasta el establecimiento del primer asentamiento colonial en 1788, Australia estaba habitada por una amalgama de tribus indígenas que únicamente contactaban entre sí para hacer la guerra o ponerle fin.
Los nativos australianos tenían una esperanza de vida brevísima debido a la constante amenaza de depredadores, tribus enemigas, enfermedades y la inanición.
Apenas habían desarrollado la escritura y distintas investigaciones sugieren que el descubrimiento de la rueda y la navegación eran relativamente recientes en el momento de la colonización; la vida en la Australia del siglo XVI se asemejaba a la de un europeo dos mil años atrás.
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Pintura mogol (India) |
Tomemos por el otro lado a la situación de la India en aquella época.
Antes de la llegada de la Compañía Británica de las Indias Orientales, la India estaba gobernada por el Imperio mogol, un régimen dinástico con un sistema territorial similar al feudal típico de la Europa medieval, y diversos estados asociados. Todos estos disponían de códigos legislativos, entidades financieras, ciudades enormes, ejércitos permanentes y cierto grado de comercio.
Aunque desde luego no se podía asimilar a la occidental de aquella época, la civilización india sí que era muchísimo más avanzada que la australiana.
Por lo tanto, podemos asegurar que la coyuntura crítica que puso por delante a Australia en términos de calidad de vida y prosperidad ocurrió después de la llegada de los primeros colonos.
Y es que los modus operandi del gobierno británico en ambos lugares eran diametralmente opuestos.
Mientras que la economía del Raj Británico ("la joya de la Corona") consistía en la explotación continua de la población india y sus materias primas, al mismo tiempo que se trasladaban los beneficios y la industrialización consecuentes a la metrópolis inglesa; en Australia se estableció un sistema de incentivos como medio para aumentar la riqueza.
La clave está en el hecho de que el Parlamento británico no tenía en suma consideración los derechos y libertades del pueblo indio, por lo tanto no hubo ninguna resistencia desde la instituciones que impidiesen construir un sistema totalmente extractivo.
Sin embargo, en la Australia colonial no había suficiente población nativa como para explotarla de una forma eficiente, así que se decidió convertirla en una colonia penal.
A diferencia de con los indios, para las Cámaras representativas de Londres sí era importante respetar ciertos derechos de los condenados, de manera que, si los gobernadores locales quería aumentar la productividad, debían administrar recompensas y privilegios a los condenados para incentivar el rendimiento, ya que no podían serles privados sus derechos, ni mucho menos la vida.
De esta manera se fundamentaron las bases de unas instituciones inclusivas que fueron pluralizándose y democratizándose con el tiempo hasta convertirse en la Australia que conocemos hoy; mientras que la India no ha sabido salir del círculo vicioso que empezaron sus propios gobiernos y continuaron los colonos ingleses.
Todo por una simple coyuntura histórica que resultó ser decisiva.
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